miércoles, 20 de agosto de 2008

Violencia en Grandes Ligas

El periodista Dionisio Soldevila escribio para la ESPNdeportes.com sobre la violencia en Grandes Ligas, por considerarlo de interes lo reproducimos a continuacion.

SANTO DOMINGO -- De repente las Grandes Ligas se están convirtiendo en un show violento y en algún momento habría que ponerle restricción para los menores.

Es decir, para nadie es una sorpresa que se arme un pleito en el terreno y yo mismo hablé de ello en una columna sobre la cultura del pleito.

Pero en la última semana hemos visto que la agresividad ha aumentado considerablemente aunque solo vamos a mencionar dos casos particulares.

La semana pasada el lanzador Shawn Chacón no aguantó los supuestos gritos del gerente general Ed Wade y la mejor manera que encontró para responderle fue tomarlo por el cuello, tirarlo al piso y tratar de arrancarle la cabeza.
Como resultado, Chacón se ha quedado sin trabajo luego de pasar por waivers sin que nadie lo reclamara y los Astros solicitaron a la MLB poder rescindir su contrato sin tener que pagarle lo que le faltaba de contrato.

Luego el lunes nos enteramos de que Manny Ramírez, en el mismo parque de los Astros (¿será algo en el agua o en la comida tejana?) decidió pedirle 16 boletas al encargado del clubhouse de los Medias Rojas.

Como su petición no fue respondida, Ramírez, quien es reconocido por ser un hombre tranquilo (aunque ya ha peleado dos veces este año) le dio un empujón al citado empleado y posteriormente le pidió disculpas.

Pero el mismo día que explotó la información con relación a Ramírez, el diario Boston Herald hizo pública una amenaza en contra de los jugadores latinos y negros de los Medias Rojas.

De acuerdo al reporte, que suponemos que es una amenaza de agresión o de muerte, en la carta se mencionaron por su nombre a dos peloteros aunque esos nombres no han sido revelados todavía.

No sabemos sin son los mismos racistas que pintan letreros diciendo que el candidato demócrata Barack Obama ha consumido sustancias prohibidas o si será un remanente del racismo rancio en los Estados Unidos.

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